Vamos al parque desde que era más pequeño, pero a dos meses de su tercer cumpleaños está más escalador que nunca y con el corazón latiendo a toda máquina, pude notar cómo sube ya con destreza el muro aquel que meses antes era un reto.
Entonces... Carlos papá (http://carpinteriainteligente.blogspot.mx/) le preguntó un buen día: ¿Quieres una pared de escalar? y el hijo respondió: sí!! Desde ese día, se plantó como el primer y mejor ayudante para hacer la pared de escalar una realidad... y así ha sido. También debo decir que el amor por la pared de escalar ha hecho que mi hijo duerma más en su habitación, no sé si cuidando su juego más nuevo y entretenido. A donde sube siempre con nuestro apoyo, después de hacer muchas pruebas y planificar la resistencia para al menos 40 kilos. Verlo es muy divertido, así que lo comparto.
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