En
estos tiempos se ve de todo, unos terminan y otros quieren comenzar, pero cada
vez más se escuchan y se ven cierres de pequeñas carpinterías, será que se
salvaron adaptándose a nuevos sistemas de fabricación o prefirieron desistir? Ambas
decisiones son positivas. Parecido a la novela crónica de una muerte anunciada
leída en mi séptimo grado se puede escribir hoy una nueva versión: crónica de un cierre anunciado. Desafortunadamente
son muchos los que extrañaremos en nuestra industria. Bienvenidos los que por
cualquier razón entienden que la carpintería dejó de ser un oficio para
convertirse en un servicio.
CEGB.
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